Me envía mi amigo Migue (él también habla con los ladrillos) unas fotos que circulan por la red de uno de los más sorprendentes casos recientes de "derrumbes" de edificios. Se trata de la caída de un edificio de nada menos que trece plantas en la localidad de Lianhuanan, cerca de Shangai (China) el 27 de junio de 2009.
Migue es geólogo y especialista en geotecnia de edificación y no es de extrañar que este caso le impactase. De hecho, me comenta en su correo; ¿para qué existirá la geotecnia?
El edificio cayó como un árbol, a punto de ser entregado a las familias que lo habían de habitar, quedando completo y tendido sobre una de sus fachadas, dejando los cimientos al aire, como si fuesen sus raices. Desgraciadamente un obrero perdió la vida. Por suerte, los pisos no estaban aún habitados.
Como se puede apreciar en la primera fotografía, parece ser que las causas de la caída obedecieron a la combinación de dos factores. Por un lado la excavación de unos aparcamientos con una profundidad de 4,60 metros a la izquierda del edificio y la acumulación de las tierras que se sacaban de esa excavación a la derecha del mismo, junto al río, para reforzar el dique de defensa frente a posibles crecidas. Hueco a la izquierda, montón a la derecha... El edificio cae hacia la izquierda.
El edificio descansa sobre una de sus fachadas entero. Se puede apreciar la excavación del aparcamiento a su izquierda y la acumulación de tierras para el dique a la derecha.
El edificio descansa sobre el suelo y parace intacto. Lo que se ve en primer plano son sus azoteas.
Impresionante fotografía del inmueble con los pilotes de cimentación al aire
Técnicos analizan la cimentación del edificio caído, que aparece en primer plano
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