Me decía mi abuelo; que era un ladrillo de taco macizo, elegante, estilizado y de color tostado; que "si se hacen las cosas mal, cuesta dos veces hacerlas... La que las haces mal y la que tienes que repetirlas para hacerlas bien". Mi abuelo era un sabio. Con esa sabiduría de los albañiles antiguos que aparejaban un muro que había de durar mil años.
Hoy los ladrillos, en muchas ocasiones, sólo servimos para tapar el hormigón que se ha calculado para durar 50 años y que así, protegido por nosotros, dure al menos lo previsto.
Los albañiles de antaño también han tenido nietos. Mientras los abuelos tenían la conciencia de que su buen hacer suponía la estabilidad y belleza de lo edificado, y para no malgastar su tiempo dos veces seguían a rajatabla el dicho de mi abuelo, sus nietos ya lo han olvidado. Los nietos saben que tras ellos vendrá "el yesero de la perlita" o "el del trasdosado de paneles" y cubrirá el desaguisado.
Si para cuando llegue el aparejador o el arquitecto el desaguisado no está cubierto, pues mala suerte, porque seguro que cualquiera de los dos "listillos" harán derribar el tabique "que total no se iba a ver" y obligarán a esos nuevos albañiles a "perder el tiempo" haciendo las cosas bien. Y ese albañil nieto que al hacer el tabique o emparchado la primera vez pensaba... "Cuanto antes acabe antes me voy, lo haga como lo haga porque total no se va a ver". Piensa al hacerlo la segunda... "¡Será listillo el arquitecto, que se cree este que no voy a pasar las horas extras por haberme hecho perder el tiempo en algo que total no se iba a ver!"
¡Qué sabio era mi abuelo! ¡Qué poco cuesta hacer las cosas bien a la primera!
Emparchado real de un pilar en la obra de un bloque de viviendas. La "maestría" del albañil queda patente en la "cuidada" ejecución de los trabajos. Un alarde del "hacer las cosas bien a la primera".
Y no sólo en la obra anterior. Otro caso real de emparchado de un pilar en otro bloque de viviendas. El albañil se negaba a derribarlo y volverlo a ejecutar porque "total no se va a ver".
¡No uses en tu quehacer diario un argumento tan "mezquino" para hacer las cosas mal como el que "total no se va a ver" porque tú sí lo habrás visto y sabrás que lo hiciste mal!
7 comentarios:
Me parece penoso que haya albañiles como esos, que sólo piensan en ellos y en intentar trabajar lo menos posible sin pensar en el efecto que ello pueda acarrear al hacer las cosas mal simplemente por hacerlas.
Si, porque hay mucha gente en la vida que hace las cosas mal, aunque después tenga que repetirlas, con lo facil que es hacerlas bien!
Ahí voy yo. No se trata sólo de los albañiles, que en este caso se lucieron. Se trata de que cualquiera de nosotros no se conforme con hacer las cosas mal porque nadie las va a ver. Basta con que nosotros las veamos. Se trata de intentar hacer las cosas bien a la primera.
La verdad es que estos albañiles deberian pensar más en las personas que van a utilizar ese edificio para vivir o para trabajar. No cuesta nada hacer las cosas bién y de esta forma no poner en peligro la vida de los que mas tarde ocuparán ese edificio
¿Al final lo volviero a hacer de nuevo, o lo dejaron así?
Estas cosas, los arquitectos solemos mandar que se derriben y que se vuelvan a hacer. Los arquitectos de estas casa supongo que lo ordenarían así. No lo sé seguro porque no volví a pasar por allí.
Pues a mí me parece muy difícil hacer algo tan mal, así que en cierto modo tiene mérito ¿no?
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